Puede ser muy frustrante y, a veces, completamente abrumador, ser visto por múltiples proveedores y nunca recibir el diagnóstico y el tratamiento adecuados para los problemas de salud mental. La salud mental es una enfermedad muy incomprendida y a menudo mal juzgada. Es tan necesaria para el bienestar de una persona como lo es la salud física y debería ser tratada con la misma importancia. Me esfuerzo por ayudar a mis pacientes no sólo a recibir un diagnóstico adecuado, sino también a recibir el tratamiento correcto para que puedan disfrutar de una vida lo más plena posible. Incorporo tanto la salud física como la salud mental a la hora de encontrar el diagnóstico y el tratamiento correctos para cada paciente. Entiendo la frustración de ser diagnosticado incorrectamente y trabajo duro para asegurarse de que cada paciente no sólo recibe el tratamiento correcto, pero entiende por qué se sienten de la manera que lo hacen y las opciones apropiadas disponibles para ayudarles a tener una vida más sana y completa.
Trabajo con todas las edades y todos los diagnósticos. Me gusta ver a los niños y adolescentes que tienen problemas de comportamiento, y el TDAH, además de cualquier otra preocupación. Atiendo a pacientes con trastorno bipolar, centrándome en el diagnóstico y tratamiento no sólo del trastorno bipolar 1, sino también de la depresión bipolar 2, que es la enfermedad mental menos diagnosticada en la actualidad. Es fácil confundir la depresión con la depresión bipolar y los tratamientos pueden ser muy diferentes.
Mi experiencia educativa incluye ser una enfermera durante más de 25 años trabajando en trauma, salud comunitaria, enfermería escolar, sólo para nombrar unos pocos. Tengo una licenciatura en enfermería y una maestría como enfermera familiar, además de estar certificada como enfermera psiquiátrica de salud mental. He pasado los últimos 7 años centrándose específicamente en el trabajo en el campo de la atención de salud mental.
