
Cuando experimentamos estrés o un trauma, la parte de lucha o huida de nuestro sistema nervioso se activa para defendernos. Se trata de un mecanismo de defensa saludable. Sin embargo, si experimentamos traumas recurrentes, estrés continuo u opresión, nos quedamos atascados utilizando esta parte defensiva de nuestro sistema nervioso. Los traumas complejos conducen a sentimientos de depresión, ansiedad, ira, aislamiento e incluso dolor físico. Cuando regulamos nuestro sistema nervioso y escuchamos nuestras emociones y nuestro cuerpo, podemos conectar con la parte parasimpática de nuestro sistema nervioso. Esta es la parte de nuestro sistema nervioso que promueve la relajación, la compasión, la conexión y los sentimientos de amor, alegría y curación. Al regular nuestro sistema nervioso y conectar profundamente con nuestras emociones, podemos vivir la vida que queremos vivir como nuestro mejor yo.
Creo que la terapia es una asociación igualitaria entre el terapeuta y el cliente. Me gusta utilizar técnicas de mindfulness, escaneos corporales somáticos, respiración, Sistemas Familiares Internos, terapia centrada en la persona y en la solución. El cliente es el experto de su propia experiencia, y me gusta ayudar al cliente a identificar lo que sus emociones le están diciendo que necesita para que el cliente pueda avanzar hacia esa necesidad.
Soy un Consejero Profesional Licenciado en el estado de Oregon. Tengo una Maestría en Consejería Clínica de Salud Mental de la Universidad Walden. He tomado entrenamientos adicionales en Experiencias Somáticas, Sistemas Internos de Familia (IFS) y EMDR. He trabajado en salud mental comunitaria y en una organización sin ánimo de lucro dedicada a la violencia doméstica proporcionando terapia individual centrada en el trauma.